6/03/2014.- Desde la SECRETARÍA DE IGUALDAD Y CONCILIACIÓN de CONFEDERACIÓN DE CUADROS Y PROFESIONALES (CCP), conmemoramos la lucha de la mujer por su participación en la sociedad y en su desarrollo íntegro como persona, en igualdad de condiciones, derechos y oportunidades que los hombres. Pero también reivindicamos los derechos que se están perdiendo a golpe de reformas legislativas difícilmente admisibles en un Estado social, y todo ello, bajo el fácil pretexto de la crisis económica.
Sin negar que la situación de la mujer haya mejorado en las dos últimas décadas, la realidad actual es que ha sufrido un retroceso alarmante en sus derechos y libertades en los últimos cuatro años. Bajo el efecto de las políticas de austeridad, las mujeres han sufrido una mayor penalización. La reforma laboral ha acentuado las desigualdades estructurales del mercado laboral, y se ha saldado con casi 2,5 millones de mujeres en el paro. Actualmente, según los datos facilitados por el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, a fecha 28 de febrero de 2014, el número de mujeres ocupadas es un 12,6% inferior al número de hombres. A esto hay que sumar la brecha salarial, que se sitúa en el 22,5%, lo que se traduce en que una mujer tiene que trabajar 84 días más al año para ganar lo mismo que un hombre. Y cuanto más alto es su nivel de estudios mayor es su discriminación salarial.
Los recortes en el Estado del bienestar afectan mucho más a las mujeres que a los hombres, puesto que tradicionalmente asumen muchas más responsabilidades familiares. Muchas se ven obligadas a dejar sus trabajos para cuidar de los niños y de las personas ancianas. Las madres solteras son especialmente vulnerables. Por otro lado, la falta de corresponsabilidad sigue siendo alarmante. Una encuesta del Instituto Nacional de Estadística revela que el 90% de los hogares con un adulto e hijos a cargo están sustentados por mujeres y señala que las mujeres dedican una media de 4,5 horas al día al hogar y a la familia, mientras que los hombres sólo dedican 2,5 horas de media diarias. La dificultad para conciliar trabajo y familia, es una de las principales razones que explica porqué sólo haya un 11% de mujeres en los más altos puestos directivos en España, frente al 21% de media en la Unión Europea.
La diferente participación de las mujeres en el mercado laboral así como su carrera profesional está estrechamente ligada a la maternidad. En España, al igual que en la UE, la tasa de ocupación femenina disminuye a medida que aumenta el número de hijos, pasando del 77% sin hijos, al 52% cuando se tienen tres o más.
En cambio, la tasa de ocupación masculina no se ve alterada por la paternidad. Al contrario: los varones con tres o más hijos tienen una ocupación más alta que los que no tienen ninguno. Estos datos reflejan que las dificultades de conciliación no sólo generan problemas de igualdad de género, sino también de igualdad social, al repercutir más en mujeres con menores estudios y pertenecientes a niveles sociales más bajos, que son además, las que más pueden verse afectadas por la reforma que en materia de maternidad se está debatiendo en la actualidad.
El informe recién aprobado por la Comisión Parlamentaria de Derechos de la Mujer e Igualdad de Género defiende que la Unión Europea (UE) debería facilitar la inserción de la mujer en el mercado laboral a través del Fondo Social Europeo, y considera que las guarderías en las empresas deberían ser una prioridad. Así mimo, insta a que la igualdad de género se integre en las políticas económicas, presupuestarias y de empleo de la Comisión Europea, y también aconseja a los Estados de la UE que alienten el espíritu empresarial entre las mujeres.
Ante todos estos recortes, injusticias, desigualdades, y pobreza, generada como consecuencia ( y al amparo) de la crisis económica, la SECRETARÍA DE IGUALDAD Y CONCILIACIÓN de CCP, considera que el Día Internacional de la Mujer mantiene su vigencia más que nunca, y debe servir, al mismo tiempo, de plataforma para denunciar la regresión sufrida por las mujeres en sus derechos, y de vía para reivindicar que la participación de la mujer en el mercado laboral y en la sociedad en general resulta esencial para la recuperación, siempre y cuando dicha participación sea con plena igualdad de derechos y oportunidades. Por eso debemos servirnos de esta crisis como una oportunidad para volver a evaluar las políticas de igualdad a todos los niveles, porque solamente actuando desde todos los ámbitos (gobiernos, empresas, sindicatos, medios de comunicación, escuelas, familias) podremos recuperar los derechos y libertades “robados” y conseguir avances significativos.
Actualmente, más del 80% de las decisiones económicas mundiales las toman los hombres y, sin embargo, las mujeres representan aproximadamente el 80% de las decisiones de compra de productos de consumo. Este peso de la mujer en las decisiones de compra y en las decisiones de inversión ha aumentado notoriamente. Es por ello que aquellas empresas que han apostado por equipos directivos equilibrados en género han mejorado sus estrategias de venta, y por ende su facturación y resultados.
Como bien declaró la presidenta de la Confederación Europea de Cuadros (CEC), Annika Elias, en la conferencia sobre el liderazgo del mañana y la competitividad global, “incrementar la igualdad de género es una necesidad de primer orden si Europa quiere salir de la crisis y ser competitiva a nivel mundial.”